Madrid «Grease»

     Pues eso, que como estaba previsto, el viernes asistí al musical «Grease» en el  Nuevo Teatro Alcalá. Vayan por delante los titulares: sesión de las 17 horas, gente hasta la bandera y cartel de no hay entradas. Público de todas las edades a partir de los 18 años. Mascarillas obligatorias pero sin distancia social posible en el teatro, ni en la calle, ni en el aparcamiento, ni en bares ni terrazas. La ciudad de Madrid de siempre. Grande, llena, luminosa y vibrante de actividad.  

          A mí me gusta tomar el pulso a esta gran capital y comprobar, una y otra vez, que vuelve a ser una de las más punteras de Europa. Hay que tener en consideración que el puente de octubre desaloja a millones de residentes que se van al pueblo, al mar o la montaña y que ceden el espacio a los millones de visitantes que llegan de todas partes de España y del extranjero: las gallinas que salen por las que entran.

          Confieso que me emocionan los ambientes del teatro y los musicales; los pasillos que conducen a las butacas en las plateas y los anfiteatros con su halo de misterio tras las puertas y las cortinillas; los mostradores de los guardarropas y el estratégico ambigú durante los descansos. La experiencia es, en sí misma, una performance. Un escenario dentro de otro escenario, que como las famosas muñequitas rusas –Matrioskas– van desvelando un mundo envuelto en capas de cebolla.

          No estuvieron John Travolta ni Olivia Newton John, por suerte para ellos, porque dudo que hubieran aguantado el nivel de energía, ganas y fuerza que desplegaron sus interpretes 43 años después del estreno de Grease en 1978. Más de 25-30 artistas en el escenario, según necesidades del guión, desplegaron una coreografía espectacular e interpretaron canciones conocidas en todo el mundo. Un regalo para vivir aquellas sensaciones de quienes, como yo, en los años 70 del siglo pasado, éramos adolescentes.

          Me llevo el buen sabor de boca de que hay una generación de jóvenes con una energía impresionante y muchas ganas. Montar un espectáculo como el que he visto este viernes lleva mucho trabajo. Meses y meses de esfuerzos y ensayos, de cansancio, de concentración y de ilusión. Espero que los aplausos con todo el teatro en pie les sirvan para recargar las energías, compensar el esfuerzo y ayudarles a crecer.    

4 opiniones en “Madrid «Grease»”

  1. Con relatos tan exactos y acertados, dan ganas de ir al teatro cada semana, excelente descripción y en la mejor compañía. Gracias Miguel Ángel.

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