Dice un ocurrente refrán que «el que nace lechón, muere cochino». Y que como cualquiera deduce sin dificultad hace referencia a lo difícil que es cambiar una forma de ser. La mayoría de las personas apuntan maneras, las que sean, y aunque el contexto haga que muden temporalmente sus gestos, los ademanes, o que incluso adopten un lenguaje o sonrisas impostadas, tarde o temprano, el verdadero individuo asoma la patita. Cuando yo era niño, hace ya muchos años, solía escuchar otro refrán típico de la época (hoy racista), pero en esa misma línea y decía: «el gitano si no te la hace a la entrada, te la lía a la salida».
Pensaba esto porque cuando la ultraderecha racista y xenófoba de Junts, que sostiene indignamente al gobierno feminista y socialista, decide romper y dejar la legislatura en la inutilidad: sin capacidad para hacer ni legislar nada, imaginé la respuesta del 1 y que sería, supuse yo con acierto: ¿Y? Una sola letra en forma de interrogante que dice del fulano mucho más que sus mentiras, traiciones, su falta de vergüenza para arrastrarse ante la ultraderecha de Junts para gobernar y, con el único objetivo, de que así no gobierne la derecha de Feijoò. La decisión en forma de patita era previsible, que traducida es: aquí me quedo atrincherado aunque no pueda mover un dedo.
Que este fulano que nos cayó en desgracia no es democrático no creo que haya que explicarlo a estas alturas. No debería nadie olvidar que hablamos de un truhán que intentó pegar un pucherazo con urnas falsas en su propio partido y al que echaron a la puta calle. Un tipo que se metió en el coche con una panda de cuatreros, según hemos sabido después, para timar y engañar por los pueblos a la propia gente del PSOE y pedirle el voto. Que luego llegó al poder pactando con herederos de asesinos y ultraderechistas nacionalistas, lo contrario de lo que había dicho, y que en una indignidad sin límites encerró al país durante la pandemia mientras sus cuatreros se iban de putas y se enriquecían con el dolor y la muerte de 150.000 españoles.
Por eso ahora, aunque ya no hay gobierno, sino una banda de loros repitiendo cada mañana la consigna o el bulo que les dicten, defenderán las fechas del calendario con ataques furibundos a todo lo que se mueva. Con esa patita enfangada moverá los detritus de las cloacas, arrimará dinero en cantidades ingentes a la olla de sus partidarios en previsión del invierno político y tratará, como sea, de destruir el poder judicial. Usted dirá quizá que no seamos pesimistas y que no es para tanto. Y es que muchas personas, ignoro la razón, todavía siguen sin ver la pezuña del cochinito.
Ya he comentado otras veces que un narcisista con el ego tan herido como el tipo este es sumamente peligroso. Herido por su partido por ser un tramposo y porque lo echaron, cuando tuvo la oportunidad acabó con el partido. Lacerado en su ego porque nunca ha ganado unas elecciones ni las va a ganar, ahora su resentimiento contra el país le sale por las orejas. Por eso tiene otro plan: arruinar a España, calentar a las masas ultras social comunistas para que se preparen para la violencia, dañar las instituciones hasta el límite, y preparar un relato para cuando finalmente pierda el poder. El relato es el siguiente: «Que en España no haya vivienda, que la clase media desaparezca o sea pobre, que los recortes y la violencia en las calles exista es todo culpa de la derecha y la ultraderecha que gobierna. Eso, desde el primer minuto, cuando haya que arreglar el legado de su mierda y de su odio durante una década infame».

Querido, no se puede decir mejor, ni más claro. Y el que no lo entienda debe ir despertando.
Gracias, Pepe: es lo que hay.
Lo has expresado claro como el agua.
Otro refrán.
A cada cerdo le llega su San Martín…y que se cumpla
Un abrazo
A ver en qué cae este año San Martin.
Un abrazo, Charo.