Equipo de indignación

          En realidad, el programa televisivo al que voy a hacer referencia se llama Equipo de investigación. Lo emite la Sexta que, dicho sea de paso, no es mi canal preferido. Lo que sí hago con frecuencia es zapear entre las opciones televisivas. Me entretengo viendo cómo se muerden los extremos rabiosos y alimentados de euros públicos y privados por los creadores profesionales de odios. Lo hago porque a pesar de todo, a veces, nos enseñan situaciones que supongo yo no persiguen otra cosa que provocar la indignación.

          Pensaba esto viendo a una reportera en un barrio residencial preguntando por un conocido narco de medio pelo, conocido en la zona, no hablamos de un Pablo Escobar ni de un Sito Miñanco. Uno de esos que se dedican a la maría y que tienen barrios enteros enganchados a la luz y amedrentados a sus vecinos. La gente prudente miraba para otro lado, negaba con la cabeza o los más atrevidos balbuceaban un: «todo el mundo sabe quién es y dónde vive».

          Por otro lado, en simultaneo, un alto mando de la Guardia Civil relataba con pelos y señales la vida del capo y sus conexiones: cantidades que trafica, hechos delictivos, detenciones y puestas en libertad y todo ello como el que cuenta el guion de una peli de serie B. Quizá con un punto de impotencia en el tono, algo así como si quisiera decir que estaba hasta los cojones de la situación. Que saben dónde vive, cuánto mueve, dónde tiene la pasta y hasta la hora a la que va al baño por las mañanas.

          La cuestión es que 2 o 3 matones en moto de alta cilindrada y grabando con móviles de más de 1000 euros, primero rajan los neumáticos del coche de la reportera y luego la acosan. Se ríen de ella y le ponen al narco en una videollamada de WhatsAPP, porque como lo estaba buscando… Todo grabado, y emitido en cadena nacional. Se saben intocables, por alguna razón dan por hecho que viven en un país sin ley y donde la impunidad se puede mostrar por la tele mientras te descojonas de la risa. Háblale tú a estos de que Hacienda somos todos.

          Por eso pensaba yo que el programa debía llamarse Equipo de indignación, porque doy por hecho que lo que se persigue es, precisamente eso, una indignación difícil de soportar. A mí que algún psicópata de productor le parezca bien provocar ese reflujo de odio en la población normal y corriente no me extraña, pero no salgo de mi asombro ante el hecho de que en tan poco tiempo hayamos hecho de nuestra sociedad una selva, y ademas la hayamos llenado de orangutanes.  

4 opiniones en “Equipo de indignación”

  1. Hola, Miguel Àngel… en primer lugar felicitarte en el día de tu onomàstica… no sé de tus credos, pero sí de tu valentía y santidad al abordar estis temas tan arriesgados y peligrosos para los esos vecinos de barrio que lo sufren… y tan permitidos y hasta a veces ensalzados por quienes pudieran desterrarlos de nuestra sociedad… porque de esos si se puede hacer apología… pero no de áquel que les perseguía y detenía.

    Siento verguenza pero debo confesar sin arrepentimiento, que soy muy cobarde… ha pasado una década ya desde que deje de hojear la prensa escrita, de ojear la caja tonta y de escuchar solo música, celestial a ser posible… equivocado o no… bendito el día que así lo decidí… porque sabes… desde entonces soy feliz…
    Sí, mis amigos y familia, me dicen que vivo en mi burbuja, y es cierto… quizá soy muy cobarde y egoísta también… pero feliz.

    Hoy, no sé de otra opción, para intentar conseguir este bello anhelo, que mi amigo Aristóteles en nuestros paseos, me explicaba que eso era lo más importante en la vida de un hombre: conseguir ser feliz.

    Vivir en esta selva donde las panteras saltan sobre tí a traición… donde hasta los ramajes de los árboles te mienten y engañan con sus crujidos… cada uno debe procurar su propio destino… mas aún cuando sabes que tú nada puedes hacer para solucionar el problema, cuando ya apenas te quedan fuerzas… cuando el camino que queda por recorrer y llegar a la meta es muchísimo menor del ya recorrido…

    No estoy dispuesto a indignarme… por una sociedad que mirándolo bien, es tan cobarde y egoísta como yo… porque si no fuera así… hace mucho, muchísimo tiempo que nuestras vidas andarían por otro derrotero…

    Como intentó profetizarnos, George Orwell hace un sigli ya… sumisos nos conducen al matadero, lo sabemos y lo celebramos bailando al son de las gaitas, los tamboriles y acompañados de los cuervos.

    A hacienda seguirás pagando igual… bueno, no. Cada vez más.

    No, no te indignes, Miguel Ángel… no vale la pena.
    Todavía eres joven… vive tu vida y sé feliz.

    un abrazo de… Juan Ferrer

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