Ese lector que de repente sale de la nada y se materializa en una feria del libro es el objetivo del escritor. Ese lector para el que todo escritor escribe sin conocer; sin saber dónde vive; a qué se dedica o qué le motivará para comprar un ejemplar del libro. El miedo de los escritores suele ser que ese lector no exista. Ni siquiera uno, y que todo el esfuerzo realizado, en realidad, sea solo un ejercicio individual cuyo resultado se comparte con un par de amigos y algún sparring familiar.
Las ferias del libro, como la de Madrid que esta semana se está celebrando con enorme éxito de público, es una de esas ocasiones en las que puede ocurrir que aparezca ese lector. Después de los nervios, preparar la entrevista, haber hecho lo posible por dar difusión al evento en las redes sociales y afilar la pluma, llega el día y la hora de la firma. A un servidor le tocó el viernes día 3 de junio a las 19:45, en la caseta de Lantia Publishing, poco después de ser entrevistado por J.D en Publishers Weekly, un tío amable y simpático de Cádiz.
A mí, como imagino le ocurre a muchos de los nuevos en este mundo, ya me habían confirmado la asistencia algunas personas conocidas y algún familiar, lo cual me aliviaba la angustia de verme, quizá, allí solo como un monigote suplicante viendo pasar los rostros de los visitantes por delante de la caseta. Sin embargo, ocurrió lo inesperado.
A las 19:45 en punto, apenas me había acomodado en la silla, apareció de la nada ese lector. Con mi novela en la mano y aspecto de haber sido muy sobada. Un chaval de unos veintitantos años. Y exclamó: ¡Por fin!… Ya pueden imaginar mi sorpresa. Reconozco que lo primero que pensé fue: «vaya, no va a comprar el libro porque ya lo trae». Pero, lo que ese lector me contó, fue mucho mejor. Había comprado la novela cuando se publicó en el verano del pandémico 2020, y en la feria del libro de septiembre del año pasado, me había buscado y había preguntado por mí por toda la feria para que se la firmara. Que se había convertido en una novela de referencia para él y otros compañeros de criminología de una conocida universidad madrileña, y que estaban metidos en ella y en el estudio de las sectas. Imaginen mi cara de pasmo y agradecimiento.
Ignoro cuántos como ese lector de mi novela puede haber. No sé cuántos Daniel, así dijo llamarse y así le firmé su ejemplar añejo, andan enredados entre unas páginas y unos personajes que inventé y escribí para él y otros como él o ellas a las que no conozco. Por suerte, después de Daniel continuó un modesto goteo de firmas y visitas, incluyendo alguna colega escritora, que hicieron de ese rato algo emocionante. Pero, que en mi primera experiencia en una feria del libro me haya aparecido ese lector, para mí, lo cambia todo. Gracias, Daniel.
¡¡Olé por Daniel y olé por ti!!
Gracias, Adela: Un fuerte abrazo.
Cuando se planta una semilla hay un tiempo de espera para ver el fruto, cuando se escribe un libro, la espera del lector requiere paciencia, pero un día inesperado todo florece y se expande.
Entre tantos y tan excelentes libros, #La Novia del PAPA SE DESNUDA, consiguió estar donde todos los grandes. Esto es solo el comienzo de una abundante cosecha.
Sinopsis perfecta del libro y autor en una amena entrevista. Mucho éxito.
Fuerte abrazo.
Como ese Daniel vendrán muchos más.
Enhorabuena
Y tú que lo veas. Un abrazo.
Pero si esto es como en el amor, se disfruta mas haciendo el camino que en la meta. Te animo a que sigas disfrutando hermano y nosotros también. Por cierto bonita foto Migue, aunque incompleta falta tu representación sevillana;que pena Un abrazo y a seguir
Un abrazo.