El duende de la letras

          Escuchaba cosas muy interesantes en una larga entrevista a Francesc Miralles acerca del acierto o no, a la hora de elegir un tema para escribir. Se refería sobre todo a novela, ya que en la no ficción quizá sea más fácil centrar el asunto porque hay todo tipo de gustos y disciplinas sobre las que escribir, además de los clásicos de autoayuda. Francesc fue el descubridor de la afamada novela La catedral del mar de Ildefonso Falcones. La primera novela del autor, que llegó a vender un millón de copias apenas tras el lanzamiento.

          El manuscrito fue rechazado por todas las editoriales, lo habitual es que además lo hicieran probablemente sin leerlo, el autor confiesa que pasó por más de veinte editoriales siendo ninguneado o, simplemente ignorado, en todas ellas (nos pasa a todos los escritores). Las imagino ahora tirándose de los pelos. Solo la casualidad hizo que cayera en manos de Francesc cuando revisaba manuscritos para la agencia Sandra Bruna y que, gracias a su empeño, consiguiera que se le prestara atención.

          Confiesa este mentor de escritores y autor de éxito, que la cuestión del tema es de lo más complicado. Es casi como una lotería con excepciones: las corrientes o tendencias sobre las que todo el mundo escribe y escribe además lo mismo con ligeras variaciones y distintos nombres de personajes. Llenan hasta el techo las librerías con decenas de títulos similares que duran apenas una semana en las estanterías y desaparecen. La mayoría no llega a vender mil ejemplares, pero el negocio editorial está así. Son papel de usar y tirar.

          De Prada en otra entrevista también se refiere a este vuelco extraño del mundo literario y editorial. Y esboza no sin cierto tono punzante las cuatro o cinco cosas que debe tener una novela para que te la publiquen, incluso con el entusiasmo becario de la editorial que te augurará un exitazo mundial. Cosa que, obviamente, luego no ocurre. Lo que si pasa es que termina siendo una más hablando otra vez de lo mismo, y a poco que tengas mala suerte llegará a la calle repleta de faltas de ortografía, con erratas y algún que otro detalle chusco.

          La historia de Ildefonso confiesa Francesc no tiene explicación, al menos él no la encuentra. Ocurre, simplemente, una vez cada millones de libros y rara vez por no decir casi nunca a un autor novel. Hay bastantes novelas sobre catedrales, sobre la historia de Barcelona y similares, pero ninguna con el tremendo éxito de La catedral del mar. Una historia que por temática bien pudo, como tantas otras, haber quedado para siempre en la papelera del olvido y que, sin embargo, es ya historia de la literatura contemporánea española. 

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