Mi vecina es una persona muy conocida y habitual en los platós de algunas cadenas de televisión. En algunos programas de esos que duran un día entero suele ser una de las protagonistas. Según el tema de la semana se explaya un poco más o le soplan un poco menos por el pinganillo. Pero es muy versátil y da el pego estupendamente para su público objetivo.
Esta semana andaba yo de zapeo (no confundir con tapeo) a la hora de comer, cuando me la encontré en uno de esos canales de la tele hablando de la colada. Admito que no me resultó sorprendente que se tratara de trapos sucios en ese tipo de espacio televisivo y, mucho menos, que lo hiciera una experta en la materia. Sin embargo, y para mi completo asombro, justo cuando me disponía a cambiar de canal deduje que el asunto iba de vulcanología.
Yo había ido asumiendo durante los últimos meses su amplio conocimiento en epidemiología y virología, ya que alguna vez la escuché debatir con vehemencia con sus colegas de tertulia sobre la pandemia. Lo mismo cuestionando las proyecciones de incidencia de la OMS, que postulando sobre la conveniencia de una u otra vacuna según estuviera basada en ARN o en vectores (en arena o ventiladores creo que dijo). Pero es algo que se puede atribuir a las interferencias del pinganillo.
Sin embargo, es más difícil asumir, incluso durante un breve zapeo, que sean las personas que presentan programas serios o noticiarios quienes confundan el archipiélago Canario con el Balear. Se refieran a Formentera por Fuerteventura o confundan Las Palmas (Gran Canaria) con la isla de La Palma, cuando no con Palma (Mallorca). Es natural, que la premura que imponen los acontecimientos propicien algunos deslices como los mencionados, pero sospecho que hay algo de base que también lo justifica.
Si una va a hablar de coladas porque se siente con los conocimientos necesarios bien asentados, lo menos que puede hacer es repasar el catálogo de marcas de detergentes disponibles, las últimas novedades en electrodomésticos y cosas por el estilo. De lo contrario, es fácil quemarse en público.
Bien visto,te lo compro!!’
Eso, a comprar.