Obra artística o producto

          Crear una obra artística o un producto puede ser un hecho coincidente, sin embargo, creo que existe una diferencia apreciable. Me refiero a las artes en general: pintura, escultura, arquitectura o, por supuesto, literatura (entendiendo por literatura en este caso aquello que se escribe, se publica y llega al mercado). Es cierto que la mayoría de las obras artísticas de toda índole acaban siendo objeto de comercio y que, desde esa perspectiva, se convierten en materia de mercadeo.

          En todas las épocas los mecenas han encargado a sus artistas de cabecera determinadas obras de su preferencia. Las pinacotecas de todo el mundo están repletas de creaciones maravillosas realizadas por encargo de reyes, Iglesias y gobiernos, además de megalómanos y millonarios de todo pelaje y condición. De por medio, como es lógico, el dinero ha sido el vehículo necesario para que los creativos se pusieran manos a la obra. El caso más llamativo, o uno de ellos, es el de los negros en literatura. Creadores que escriben por dinero y que renuncian incluso a ser identificados como los autores de sus criaturas. Una especie de vientre de alquiler con forma de pluma.

          Pensaba esto porque a menudo escucho decir a determinadas personas que lo importante es el proceso creativo en sí mismo, y que lo de ser reconocido o leído, o que te compren los cuadros, por ejemplo, no tiene tanta importancia. Es decir, que lo hacen sin darle relevancia al hecho de si van a tener algún reconocimiento. No parece importarles que la actividad, simplemente, se quede en un pasatiempo. Yo coincido bastante con esta versión, sin quitar un ápice de verdad al hecho de que a nadie amarga un dulce, a mí tampoco.

          Yo empecé a tocar el piano pasado el medio siglo de edad, en un conservatorio de Madrid donde me miraban con cara de extrañeza. Sobre todo mis compañeros, que mayoritariamente podían ser por edad casi mis nietos, y los profesores mis hijos. Es obvio, que mi intención nunca fue ser concertista, y ni siquiera tocar el piano de manera que alguien pudiera decir «que bien toca», pero en el proceso de aprendizaje sí descubrí mucho de mí mismo: limitaciones, debilidades, esfuerzo e incluso ilusiones.

          Pues con escribir pasa algo parecido, si bien esta actividad la empecé mucho antes que a tocar el piano, lo cierto es que tampoco me preocupa en exceso a quién le va a gustar o no lo que escribo. Sin embargo, en este caso hay una gran diferencia: nunca podría haber ejercido de negro literario, antes habría preferido cualquier otro oficio. Ni de mulato literario tampoco, que viene a ser ese tipo de escritor que no escribe lo que le gusta y siente, sino lo que cree que es tendencia y estará de moda cuando termine de escribir.

14 opiniones en “Obra artística o producto”

  1. Buenos días maestro
    Me ha gustado lo de mulato literario,
    porque yo soy un poco mulato cada vez que me pega el sol. De hecho, de pequeño mi madre me decia negrito.
    Me has dejado un poco acomplejado, porque tampoco soy blanco Jajajaja
    Disfruta de la vida como viene.

  2. Para mí, la disposición a escribir no tiene más remedio que ir acompañada del deseo ardiente de que ALGUIEN LEA LO QUE HICIMOS Y SIENTA LO MISMO.
    Que obtengamos aplausos, o dinero, es un agregado que puede estar o no. Pero algo, y muy serio, estará faltando si lo que escribimos no es leído por nadie.
    Hay gente que dice no darle importancia a esto, y la más de las veces es para ahorrarse el esfuerzo de intentar llegar a los demás.
    Hay una satisfacción en el autodesarrollo, pero es solo una parte: yo no concibo el arte sin espectadores, sin que sea un acto de comunicación de un ser humano con otros.

    1. Estoy muy de acuerdo contigo. Me ocurre con la literatura y con la música, pero los años pasan y la voz se va yendo. En el caso de los libros hace años que publicaba y costaba mucho que se vendiera. Sólo 3-4 personas de las +150 que lo compraron, me dijeron algo sobre una frase, o preguntarón si el relato se refería a mí. Claro, escribimos por gusto, pero nos gustaría que nos leyeran más, porque cuando te hacen una reseña, ¡disfrutas mucho!

      1. El problema es que salvo que te publique una de las grandes (muy grandes) no tienes acceso al público. Terminas vendiendo solo a tu agenda de contactos y allegados.

  3. Querido amigo: este es, entre todos tus artículos, el que pondría en un marco. Todos me parecen muy buenos, interesantes y bien escritos,pero con este se me cae la baba. y la frase de «Una especie de vientre de alquiler con forma de pluma» me ha dejado noqueado (es de esas pocas frases que me hacen ponerme un poco verde de envidia y pensar que por qué no se me habrá ocurrido a mí, pero eso no se lo digas al autor…😂). En serio… ¡Enhorabuena!

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