Las elecciones madrileñas ya se han celebrado, menos mal, y además la amenaza de que un cohete chino descontrolado caiga sobre la sede de Podemos en Madrid impulsado por los fascistas, por suerte, ha llegado tarde. Y el ridículo inédito de los argumentos esgrimidos por quien luego se ha visto obligado a dimitir ha quedado claro. Hasta aquí todo, más o menos, correcto y cada uno de vuelta a lo suyo. Eso pensábamos el común de los humildes votantes de esta comunidad autónoma. ¡Pero qué va!
La izquierda de este país, tocada por esa creencia casi divina de que ellos son los buenos, hagan lo que hagan, no tiene buen perder. Nunca lo ha tenido. Y no hace falta remontarse al siglo pasado ni a las artimañas frente populistas. Basta con recordar un par de detalles. Por ejemplo, dar una rueda de prensa con tono afectado y lleno de greñas para decir una gilipollez: «alerta antifascista.» Y quedarse tan ancho. O perder el gobierno de Andalucía después de décadas de putiferios y satrapías y llamar a rodear el Congreso durante la investidura del nuevo presidente.
Son esos tics, esos movimientos de vientre incontrolados por los reflujos de la bilis los que delatan al rojeras de pura cepa cuando la ciudadanía, en un país libre y democrático ejerciendo su derecho al voto, le da la espalda. Es entonces cuando sacan la patita y asoman la pezuñita por debajo de la puerta. Esa garra de pollo sectaria y totalitaria que, con escaso éxito, tratan de ocultar antes de las elecciones con el calcetín de las mentiras.
En estos comicios lo han intentado todo: la fusilería mediática sin descanso, el acoso a las candidatas de derechas, el insulto, la falacia, las mentiras, los bulos, las balas, Correos, el mamporrero de Tezanos haciendo el ridículo más espantoso que se ha visto en el ámbito de la demoscopia. Todo. Pero Madrid les ha dado una bofetada electoral cuya onda expansiva ha llegado a Japón. Y mira que está lejos Japón, como decían los inolvidables «No me pises que llevo chanclas».
Algo así es inaudito para un socialista o un comunista de pata negra. Y no encuentran otra explicación posible que las lindezas que nos han dedicado. Al margen de que todos somos fascistas, cosa que ya habíamos asumido, ahora sabemos más sobre nosotros mismos. A saber: que si eres mileurista y no les votas a ellos eres gilipollas dice Monedero Einstein, que además poco se puede esperar de los tabernarios come berberechos, y que según la lumbreras Calvo hemos entonado la palabra libertad por una simple razón: estamos preparando los hornos crematorios modelo nazi a las afueras de Coslada.
Sería para echarse unas carcajadas con los desvaríos y desvarías de ese lenguaje inclusivo que los franceses acaban de prohibir en los colegios si, claro está, no fuera por el hecho de que estos desatinos propiciados por los bocadillos de Diazepam, la mala baba y el escaso espíritu deportivo ante las derrotas, no viniera de quienes nos gobiernan y manejan nuestros recursos decidiendo, de momento y por poco tiempo, nuestro futuro.
Miguel Angel:
Como ya he comentado, esta chusma que OCUPA PUESTOS POLÍTICOS, que no son políticos, y que por su populismo han llegado a donde han llegado, debido a la incompetencia de un líder SOCIALISTA que por la ambición de poder les ha puesto en primera linea.
Afortunadamente el pueblo no es TONTO, y ya se han llevado la primera hostia en mayúsculas y vendrán más .
Completamente de acuerdo. Y este país, añadiría, necesita un PSOE como el que en una etapa nos ilusionó a muchos, a mi también y le voté varias veces (Felipe González). Un partido socialdemócrata, moderado, reformista y que gestionó el mayor crecimiento de España en siglos. Pero… Ahora solo hay incompetencia y propaganda de un tramposo que fue expulsado del partido por farsante.
Totalmente de acuerdo.
Ya hace algún tiempo que la izquierda se ha hecho con el discurso de la superioridad moral y hay ciertos valores de los que se ha apropiado sin pudor para esparcir su doctrina.
Y ahora resulta que hagan lo que hagan están llenos de razón y se atreven hasta a llamar imbeciles a los mileuristas por votar a la derecha fascista y reaccionaria.
Y esto lo dice un votante del extinto
PSOE durante mucho tiempo, espero que los fundadores y ex dirigentes hagan algo por sacar a Sanchez y sus acólitos y darle la vuelta como a un calcetín si no queremos acabar siendo todos fascista excepto “el aparato del partido salvador”