¿Te concentras?

          Concentrado es un término que acabará aplicándose tan solo a las pastillas de caldo de pollo, de carne o de verduras. Yo no las uso en la cocina, porque tengo entendido que básicamente son un trozo de sal con colorantes y productos químicos para dar sabor. Eso no me mola nada. A mí el concentrado que me gusta es el que se reduce a fuego lento.

          Pasa lo mismo con las actividades culturales, entre ellas la lectura pero no solo, el concentrado auténtico tiende a desaparecer porque los paladares intelectuales queman los contenidos cada 7 segundos: el tiempo medio que dedican las nuevas generaciones a cada video en Tistó, como dicen en mi pueblo a esa red social donde los chinos se están haciendo con los datos de todo quisque para luego pasarlos por la picadora y hacer dinero.

          Pensaba esto porque ayer tuve la suerte de conocer el maravilloso Museo de las Letras en la localidad de El Pedroso, en la sierra de Sevilla, donde una amiga que trabaja en ese lugar, Carmen Pili, nos enseñó a un grupo de lectoras de El Club de Lectura Sevilla y a un servidor, las maravillas histórico culturales (réplicas), que allí se encuentran. Echaba ella de menos, y con toda razón, que no asistan más colegios de primaria y secundaria a conocer ese templo de letras.

          Debe ser que los profes de hoy asumen que la cultura se consume en pastillas concentradas de caldo de contenidos dudosos, cuando no directamente escupibles. Quizá por ese motivo los chavales nada más saborear unos segundos el engrudo enlatado en la pantalla lo regurgitan dando paso al siguiente, acaso más vomitivo que el anterior. Deberíamos reflexionar en el modo en el que atrofiamos la papila neuronal de las nuevas generaciones.

          Por suerte, tras la visita pudimos degustar unas salsas concentradas como las de antes, como se escriben y se leen los libros, a fuego lento. Con conversaciones amenas, con pensamientos elaborados, de esos que hacen que la compañía como la de ayer, se vuelva tan gustosa como un buen plato o una obra bien escrita y leída. Cosas que perduran en la memoria.

          

8 opiniones en “¿Te concentras?”

  1. Creo que tus palabras transmiten perfectamente los sentimientos que nos provocó la experiencia de ayer en el Pedroso. Un entorno mágico, una compañía magnífica y una guía entusiasta y muy preparada han colocado a El Pedroso en un lugar especial en mi corazón. Muchas gracias por el broche de oro que suponen tus palabras.

  2. Bonita descripción de un día perfecto, donde la cultura fue su mayor exponente, combinada con una inmejorable compañía

    1. Gracias, Jorge: un abrazo malagueño. Que tiempos aquellos de espetos, cañas y risas. De aquellas experiencias, también estas palabras.

  3. ¡Qué más decir si lo has dicho todo!
    Gracias a la visión de una compi de lectura descubrimos un museo tan especial, a una hora escaza en tren desde Sevilla. Ni idea del tiempo que toma en ir en un auto descapotable.

    El Pedroso nos dio un lugar con mucho encanto y mucha historia y como bien dices una gran pena que los que inculcan conocimientos a nuestros jóvenes pasen, olimpicamente, de las solicitudes de tan estupenda guía como es Carmen Loli.

    El Museo de la Escritura recoge en sintesis la historia de la humanidad y de como hemos ido avanzando a través de la necesidad que tiene el ser humano de registrar lo que le rodea y ha sido importante en su quehacer.

    En definitiva, Club de Lectura Sevilla tendrá que volver a organizar otra visita y que recomendar este lugar para que más personas descubran esta invaluable exposición.

    1. Fue un día muy especial, ahora no sé si a Carmen le he cambiado el segundo nombre… Carmen Loli??

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