Ese día: el #8M

          Vuelve a ser mañana, pero mañana no será ese día que había sido en años anteriores desde el regreso de la democracia a nuestro país. Una fecha que, hasta el fatídico 2020, venía siendo incluso con sus manipulaciones partidistas, una ocasión para reclamar los derechos y la igualdad de las mujeres -todas las mujeres, y esto ya es raro tener que resaltarlo– en la sociedad internacional y, como es lógico, también en nuestro país.

          Como el lector informado sabe, los orígenes de este día se remontan a la primera década del siglo XX en Estados Unidos. Un fatídico 8 de marzo en el que más de un centenar de mujeres perdieron la vida por el simple hecho de manifestarse para pedir igualdad y derechos laborales. Mucho ha llovido desde entonces y, sin lugar a dudas, gracias a aquellas primeras mártires del movimiento #8M generaciones posteriores de trabajadoras vieron mejoradas sus condiciones de vida y trabajo.

          En España, las primeras manifestaciones del 8 de marzo se producen en 1936, tras la victoria en las elecciones del Frente Popular. Un contexto muy diferente al actual, tanto en nuestro país como en una Europa de fascismos y comunismos; los dos bloques totalitarios condenados en 2019 por la UE por haber cometidos crímenes contra la Humanidad. En aquel intento de sovietizar el país se perdieron muchas oportunidades, faltó visión en favor de la mujer, sobró ideología radical y sectarismo y se acabó en tragedia. 

          Uno repasa las declaraciones del año pasado de algunas ministras socialistas y comunistas, vuelve a ver las imágenes en las que se insultaba, escupía y humillaba a las mujeres de algunos partidos políticos, las declaraciones de los carroñeros mediáticos animando a asistir a la manifestación a pesar de lo que ya se sabía, e inevitablemente tiene ese inconfundible pálpito de rancio sectarismo frente populista.

          El 8M está manchado por quienes más dicen defenderlo. Seguirá siendo un día dedicado a la noble causa de la libertad y los derechos de las mujeres. Pero aquí, entre nosotros y nosotras, sabemos varias cosas más: que ese día se utiliza para enfrentar incluso a unas mujeres con otras, que lo que se defiende desde la ideología es el odio y el frentismo y que en el 2020, en un acto de locura radical quizá se provocaron 23.000 muertes más -según estimaciones–, de las que habría provocado la pandemia por sí sola. De esas muertes, 11.500 debieron ser mujeres: muchas más que las mártires de 1910. 

                  

Un comentario en “Ese día: el #8M”

  1. Miguel Ángel:
    Te comento que en mi opinión, en este País nunca nos hemos querido ( frase de Revilla, no nos queremos ) pero lo más lastimoso es que hasta que no ha llegado este Gobierno, que no es SOCIALISTA y SÍ COMUNISTA, se ha acentuado EL ODIO que nos que nos tienen los Catalanes y Vascos al resto de Españoles y esta chusma de políticos, va les abre más las puertas para ello, y creo que la sociedad está ya muy cansada y puede pasar lo peor, porque hay que poner orden, y digo orden en todos los aspectos.

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