Los bulos no son nada nuevo, también conocidos de manera más finolis como fakes por mucha gente que no sabe inglés. Vivimos en un mundo bulo producto de la posverdad. Esa nueva realidad en la que la verdad no importa porque ha sido desterrada del espacio público de manera interesada. Es un paso adelante que se viene dando en los últimos años, y que deliberadamente persigue la fractura de la sociedad.
Los bulos son responsabilidad de quien publica la noticia, ya sea France Soir, El País o alguno de los portalitos de Belén (en palabras de Carlos Herrera), cuya línea editorial reciben de sus amos cada mañana a primera hora. Imagino algunas caras en esas oficinas diminutas donde media docena de becarios teclean al dictado auténticas barbaridades. Obvio decir que lo noticiable es lo de menos, y que la medio verdad manipulada, cuando no directamente la falsedad es la norma.
Probablemente a usted, como a mí, en alguna ocasión le han colado un bulo vía wasap, o se lo ha tragado pasando por el estercolero de Twitter. Y lo ha pasado a sus colegas porque le pareció de interés. Normal, no es el ciudadano de a pie o virtual quien tiene que contrastar las noticias. Eso es cosa de los periodistas, y no lo hacen la mayoría de las veces por la simple razón de que lo que emiten no es una noticia sino otro cuento de quien llena el plato de los garbanzos.
En esta España de hoy hay auténticos malabaristas de la mentira en posiciones muy poderosas. Conozco a un tipo que lleva mintiendo un lustro, mintiéndole a todo el mundo, y además todo el tiempo. Es como si le hubiera dado la vuelta al calcetín de la verdad y siempre se lo pusiera por el lado de las costuras. Sale por la pantalla sonríe y ya te ha mentido antes de abrir la boca. Su cerebro procesa el cuento antes de que articule palabra y lo delata.
El objetivo de usar el bulo y la posverdad como sistema es romper la sociedad en dos mitades irreconciliables: ricos y pobres, progres y fachas, propietarios y okupas, trabajadores y hombres del puro y así hasta el infinito y más allá. Una sociedad cohesionada, sin fracturas graves, capaz de avanzar junta y progresar no le interesa a quien nada tiene que ofrecer de valor. A quien vive del postureo, la caga cuando gestiona o se esconde en los momentos difíciles detrás de las cortinas.
Toda la verdad….
con tu estupenda forma deComunicar!!!!!
Tiempis de Manipulacion constantes…
Y de grsndes mentiras!!!!
Y EN ESA ESTAMOS!!!!♥️
Así es, querida Rosa. En esas estamos.
Un abrazo.
Lo peor de todo creo es que estamos naturalizando este mundo de mentira y engaño a una velocidad vertiginosa…..triste futuro comunicativo tenemos…..
Así es, amigo. Imposible distinguir verdad de mentira. Y esa es la estrategia.